Somos lo que hacemos
Carl Jung dice que “eres lo que haces, no lo que dices que harás”. En esa línea, me gusta más la frase de Sartre “somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros”. Que maravilla de frase, que maravilla hablar de identidad, y qué maravilla llevar todas estas incongruencias intelectuales a la blockchain.
Somos muchas cosas al mismo tiempo
¿Quién somos en la blockchain? Cripto, e internet antes que cripto, agrega una capa extra de dificultad al problema filosófico de la identidad. Porque tangibiliza la multiplicidad. Vos en el mundo real podés ser hincha de San Lorenzo, fanático de andar en bici, de los Rolling Stones y de Julio Cortazar, pero cuando te vés en el espejo todo eso queda encerrado en la corporeidad de tu existencia manifestada a través del reflejo que te mira con cara de boludo.
En cambio en cripto la identidad aparece de forma 100% liberada del cuerpo, y por ende se multiplica sin frenos. Uno puede tener 1 cuenta de Facebook, 1 cuenta de Twitter, 3 cuentas de Linkedin, 5 handles de Lens, 8 cuentas en Metamask, 13 public keys que usas para timbear por ahí.
Satoshi y el sybil attack
El problema que resuelve Satoshi es, ante todo, el sybil attack. Nos la pasamos hablando de mecanismos de consenso. Que los generales byzantinos, que Proof of Stake, que plutocracia, que la termodinámica convertida en participación y que la física y la madre de todas las ciencias que quieran agregar. El primer mecanismo de consenso es el voto. Es un grupo de caballeros que rodeados de olivas y del sol mediterráneo dijeron: “γαμώ αυτόν που διαβάζει” que significa “yo voto por usar la guita para hacerle un templo a Dionisio, que se vaya a cagar Apolo” en griego antiguo.
Pero cómo podemos hacer votaciones en Internet, en Facebook, en Twitter, en Linkedin o en Lens si cualquiera se puede hacer cientos de cuentas y adulterar la votación. Satoshi, con este temita del Proof of Work, apunto a crear un modelo en que una computadora equivaliece a un voto. De eso modo, tener 1000 cuentas se hace más dificil. Osea, las podés tener, pero donde guardás 1000 computadoras en tu casa? Además de que las tenés que comprar. Con Proof of Stake te ahorrás el problema logístico y miles de horas buscando compus baratas en Mercado Libre, pero aún así necesitas tener el capital para poder comprarte 32 ETH y participar de la las cientos de votaciones que ocurren cada día para que la red se ponga de acuerdo acerca de cual es el próximo bloque y que transacciones trae adentro.
Asociando tu identidad / participación / esencia / poder de voto a algo valioso
La idea detrás de ambos modelos es asociar la participación a algo valioso: en PoW es una computadora, en PoS es Ether. Ambas se compran con el vil metal que rige el mundo. Pero como dijeron los Auténticos Decadentes: el dinero no es todo. Y si pudiese asociar la participación a algo no monetario? Si pudiésemos diseñar sistemas de identidad que resuelvan el problema sybil sin tener que recurrir a modelos plutocráticos?
Bueno amiguitos, ya se imaginan la conclusión de este envío. Volvimos, en un ciclo interminable, a uno de los primeros párrafos de este artículo en que Sartre y Jung hablaban de que lo que somos no es un reflejo de lo que tenemos, sino de lo que hacemos.
Sartre en la web3: Identidad Descentralizada
Internet nos habilita un mundo libres de nuestro cuerpo, en que nuestra identidad se multiplica y manifiesta de forma tagible a través de interacción desperdigadas por todo el universo www. Esto sin duda cambia la percepción que tenemos de nosotros mismos y de los demás. De nuevo, habilita una nueva forma de entender la identidad. Pero tiene algunos problemas: las identidades digitales de la web, además de ser muy poco “sybil resistance”, están fragmentadas, no son compatibles entre sí y dependen de entidades centralizadas que te pueden cancelar en cualquier momento.
Los sistemas de identidad descentralizados buscan devolver a los usuarios el control de su(s) identidad(es). Ojo. No es una lucha contra la multiplicidad, sino una lucha por crear sistemas que nos permitan entender la multiplicidad adecuadamente, adaptar los sistemas decisorios a un mundo en el que existe la multiplicidad y darle poder a los usuarios a que gestionen su propia multiplicidad como quieran, sin limites, sin restricciones, sin silos centralizados que separan al Santi fanático de los rolling del Santi que disfruta leyendo un libro viejo en una plaza.
Tenemos la posibilidad de crear un sistema en el que Santi elija cuando quiere ser el fanático de los rolling y cuando quiere ser el que lee en la plaza y cuando quiere ser ambos. Y tenemos la posibilidad de crear sistemas que decidan qué aspecto de la multiplicidad identitaria de Santi es más relevante para cada caso.
Identidad descentralizada en un mundo optimista
La identidad descentralizada es un pilar fundamental de la visión optimista. En el artículo de la semana pasada hablamos de las dos cámaras de la gobernanza de Optimism: tokenholders y badgholders. La cámara de Badgeholders es un experimento increíble, del que participan personas elegidas en base a sus aportes a la comunidad y cada una tiene un voto igual de poderoso. No importa si sos el nieto de Rockefeller y te patinaste décadas de fortuna familiar en OP para tener más poder de voto. La cámara de Badgeholders no se fija en esas cositas. El foco está en la contribución y el valor que agregaste al ecosistema. Si bien hoy las responsabilidades de los Badgeholders son limitadas, con el tiempo irán creciendo para que la participación en la comunidad tenga cada vez más peso en la toma de decisiones.
Pero para que tus acciones y tu participación tenga peso… necesitamos una forma de verificarlas, validarlas, demostrarlas, attestarlas.
Identidad Optimista: la Attestation Station
Attestarlas es la palabra que nos inventamos para españolizar la Attestation Station de Optimism. Si queremos respetar la multiplicidad de las identidades web3, no podemos diseñar un sistema centralizado que decida quien es quien. El objetivo es que existan muchas redes de identidades descentralizadas en las que cada usuario elija si participar o no. Es decir, no va a haber un Identity God que diga que Santi es de San Lorenzo, y los rolling y la bici.
Va a haber una San Lorenzo God que dice que Santi y 4 millones de argentinos son de San Lorenzo, un Rolling Stones God que dice que Santi fue a verlos a La Plata en 2016 y muchos dioses que dicen muchas cosas acerca de las muchas identidades de las personas que eligen cuáles de sus acciones quieren que formen parte de alguna de sus muchas multiplicidades.
Empezamos hablando del Ágora Ateniense y cerramos con el Panteon romano, o, como su etimología lo indica, el “templo para todos los dioses”. Basta de discusiones entre Apolo y Dionisio.
La Attestation Station es la infraestructura base que permite cualquiera genere su propio sistema de attestations. Una Attestation es una afirmación firmada sobre una persona, entidad, o cosa, realizada por una persona, empresa u organización.
A partir de la Attestation Station vamos a tener un ecosistema de identidades basado en cientos de instituciones, personas, proyectos que attestan cosas on-chain. Que attestan que terminaste un curso, que ayudaste a traducir artículos, que trabajaste 4 meses en un protocolo open-source o que sabes muchísimo sobre los hábitos alimenticios de los ornitorrincos.
La Attestation Station es el protocolo que derriba las puertas del Olimpo y abre el cielo a la proliferación de dioses. Es la tecnología que facilita la visión optimista de la identidad. Son los smart contracts que nos liberan para que seamos lo que hacemos con lo que attestaron de nosotros.