Optimism no solo plantea la importancia de promover el desarrollo de Public Goods, sino también propone una forma de hacerlo. Y lo hace. Veamos cómo.

Antes de sumergirnos en los detalles operativos y cuasi-matemáticos del mundo real mantengámonos un poco en el mundo de las ideas. No podemos seguir adelante sin tener clara la visión de Optimism. Qué loco, no? Se habrá imaginado Platón que usaríamos su modelo metafísico para introducir la visión de una Layer 2 de Ethereum? Qué pensaría Aristóteles de Bitcoin? Habrá algún filósofo que diga que la realidad no es más que un tejido de preguntas entrelazadas y contrapuestas? Si ETH se va a 2 palos verdes y nos retiramos todos me voy a dedicar a escribirlo. Pero volvamos a la visión de Optimism y su relación con el tema de hoy: los Public Goods.

La visión Optimista: nuevo modelo económico

Optimism propone construir un modelo económico diferente. Más o menos lo mismo que proponen Bitcoin y Ethereum. Pero Optimism va un paso más allá, ofreciendo un camino más claro y experimentando con las distintas formas de caminarlo.

El Optimism Collective es un nuevo modelo de gobernanza democrática digital basado en un principio fundamental: Impacto = Profit. Pero.. qué significa esto?

Voy a responder citando textualmente el artículo que escribimos sobre la visión Optimista porque no tengo ganas de volver a pensar una forma copada de decir lo mismo.

Optimism está construyendo un sistema que premie el impacto positivo con beneficios económicos. Es un concepto que viene a romper con la dicotomía tradicional: o hacés plata o ayudas a la gente. Optimism está experimentando con diferentes modelos para lograr romper el esquema binario en que vivimos hasta hoy y dar lugar a una comunidad en la que el objetivo sea generar impacto, ya que eso va a traer asociado rédito económico.

Genial, muy lindo Santi. Pero qué tiene que ver con los Public Goods? Qué los Public Goods son la forma de generar impacto. Entonces, si queremos vivir en un mundo donde generar impacto sea rentable, debemos buscar la forma de hacer que los Public Goods sean rentables.

Y ese es un problema que no tiene solución… hasta ahora. Pero antes de sumergirnos en los mecanismos que usa Optimism para resolver este temita, un poco de teoría.

¿Qué es un Public Good?

La definición oficial dice lo siguiente:

“En la teoría económica, un bien público es un producto o servicio que está disponible de forma abierta para todos los miembros de la sociedad.”

Si profundizamos un poquito más nuestras lecturas, nos vamos a encontrar ejemplos como la aplicación de la ley, la defensa nacional, el alumbrado público, el acceso a agua potable y a aire fresco.

Si volvemos a la definición podemos extraer las 3 características básicas que determinan, en la teoría, qué es un Public Good:

  • no rivalidad: si Juancito respira aire de la plaza, Mick Jagger también puede respirar. No se tienen que pelear por quién abre más la nariz.
  • no exclusividad: no se le puede negar a Juancito que respire. No le podes poner una subscripción mensual. Tampoco podés negarle a Mick Jagger la defensa del país en el que vive.
  • se consumen conjuntamente: esta se desprende de las dos anteriores. Si ponés farolitos en la calle, todos los que estén cerca la van a consumir al mismo tiempo. No podés alumbrar solamente a las personas que te caen bien.

Hay algunos bienes que satisfacen algunas de estas premisas pero no todos. Son los famosos Public Goods impuros, o híbridos. La educación, por ejemplo, suele caer de este lado. Porque si levantás un colegio con 50 pupitres, va a llegar un momento en que sí haya competencia. A diferencia del aire o la luz, no alcanza para todos y no se consume conjuntamente. Osea que en algunos casos la educación no es un Public Good 100% puro. Aunque si te mandás un Curso de Cripto 100% abierto y 100% gratuito por Youtube no va a haber ningún tipo de límites al consumo, por lo que debería contar. De paso si te interesan los Cursos Cripto abiertos y gratis, no te olvides de pasar por el canal de Solow.

Me pregunto qué opinaría Immanuel Kant acerca de los Public Goods. Estoy bastante convencido que se quedaría decepcionado de las definiciones que nos inventamos. Contrariamente a Kant, no me gusto mucho esto de intentar limitar el espectro de la cosa para darle claridad. Y creo que con los Public Goods se pone todo innecesariamente confuso ya que las definiciones que tenemos dejan bastante que desear.

Lo que sí está claro es que los Public Goods son deseables, son positivos. Es por eso que Optimism los pone en el centro del sistema que está construyendo. Así que los invito a acompañarme al mundo práctico de las cosas, libre de superestructuras y modelos mentales, donde solo queda la libertad del alma para conocer la realidad en toda su creatividad.

Los Public Goods y el problema de la financiación

Llegamos finalmente al título de esta charla. Felicitaciones. Ya tenemos clara cuál es la visión de Optimism y qué son los Public Goods. El problema es que los Public Goods son muy dificil de financiar. Todos nos beneficiamos de tener una plaza linda llena de verde para ir a leer libritos a la sombra de un Ombú mientras resuenan en el olvido las chacareras de una Pampa cercana. Pero construir plazas no deja dinero. No deja ganancia. Entonces no hay incentivos para que alguien se ponga a construir una plaza. Salvo que cobres la entrada, lo que haría que tu plaza deje de ser un Public Good y se parezca más a un casillero del Monopoly.

Es por eso que los Public Goods en general dependen del apoyo del gobierno, que en teoría no debería basarse en una expectativa de ganancia económica para tomar decisiones. Pero todos sabemos que ese limbo entre esfera privada y esfera pública trae sus complicaciones.

Sería ideal si pudiésemos dar con un sistema diferente, un sistema que no separe impacto o bien público de beneficio económico. Un sistema que permita liberar todo el potencial de los incentivos económicos para generar productos o servicios abiertos, gratuitos y transparentes….

Bien… creo que ya entendiste hacia donde vamos. Optimism quiere lograr que crear y mantener Public Goods sea rentable. El objetivo es que cualquiera pueda ir a un fondo de inversión y decirle algo así:

Hola loco, como estas? Cuchame estoy trabajando en una academia cripto gratuita. Necesito levantar capital para poder armar el mejor equipo del mundo y hacer cursos increíbles. Con nuestra academia vamos a enseñarle cripto a 1 millón de personas en Latam, lo que nos va a permitir poner a la región en el centro de la escena tecnológica mundial.

Si vas a un inversor con ese discurso, justamente te van a decir:

Todo muy lindo mi rey, pero yo invierto para generar más guita. Si invierto en tu academia, como vas a hacer para generar ingresos y hacer que mi inversión valga más?

En la visión Optimista, el emprendedor respondería:

Vamos a impactar a 1 millón de personas, y, como impacto = profit, vamos a generar XXX cantidad de dólares. Esto significa que si vos invertís ahora y nosotros cumplimos con nuestra misión de llevar cripto a todo Latam, vas a multiplicar tus ingresos por 5.

La pregunta que sigue, que por cierto es la última que nos queda antes de despedirnos, es… como se hace para que impacto sea igual a profit?

RetroPGF: cómo financiar Public Goods y no morir en el intento

Bienvenidos al mundo de los retroPGF. La piedra fundamental de la visión Optimista. La pieza clave para que crear Public Goods para el ecosistema Optimism sea rentable.

RetroPGF significa básicamente financiamiento retroactivo de Public Goods. Optimism desarrolló ya 2 rondas de RetroPGF en la que se repartieron millones de dólares a distintos proyectos según el impacto que hayan tenido para el Optimism Collective.

Funciona así: en cripto hay cientos de proyectos trabajando en generar Public Goods. Solow es un ejemplo (por si no se dieron cuenta con lo de la academia cripto gratuita). Todo lo que hacemos es 100% abierto para que cualquiera pueda aprender y dar su próximo paso en cripto sin ningún tipo de barreras. Durante cada ronda de RetroPGF, proyectos como Solow pueden presentar su postulación y compartir el impacto que tuvieron durante el período.

Nosotros diríamos algo así como: hicimos un curso de intro a cripto que vieron más de 20k personas. También hicimos cursos en vivo de Solidity y de Infra cripto. Y vamos a hacer un sobre Layer 2. Además hicimos más de 60 copinhas, tenemos más de 50 cursos en la plataforma y todas las semanas escribimos artículos como este explicando conceptos del mundo cripto con citas a filósofos y jugadores de San Lorenzo.

El Optimism Collective evalúa todas las postulaciones y el impacto que tuvieron y, si corresponde, les da financiamiento retroactivo. Es como un grant pero “a posteriori”, basado no en lo que decis que vas a hacer, sino en lo que hiciste. El resultado: que hacer Public Goods sea sostenible, y que cada vez más gente construya Public Goods para Optimism.

Ahora, como se mantiene toda la movidita? Acá está la genialidad… mientrás más gente haya construyendo Public Goods para Optimism, más interesante se vuelve el ecosistema. Va a haber más educación, mejores herramientas, más cosas para hacer. En fin, más más más. Es como vivir en un país que tiene educación y salud gratuitas de altísima calidad. Y que además tiene ski gratuito. Y canchas de futbol. Y clases de piano. Todo abierto y gratuito porque hay gente que sabe que si tiene impacto y aporta valor al ecosistema va a recibir una recompensa.

Este país atraería millones de personas. Para un país muchas personas puede significar un problema. Pero para una blockchain, más usuarios significa más transacciones, lo cual significa… más ganancias, que luego se re-invierten para financiar más Public Goods. Este, señores y señoras, es el círculo virtuoso de Optimism, su visión del mundo donde impacto es igual a profit, y su financiamiento retroactivo de Public Goods.

Los detalles acerca de cómo se gestionan los fondos dependen de… la gobernanza, que es justo el tema de la semana que viene. Allá nos veremos!